1. Inicio
  2. /
  3. Amenazas
  4. /
  5. Rotundamente sí, el arruí es una especie dañina en la isla de La Palma

En relación con el artículo publicado en “La Voz de La Palma”, donde la Asociación de Cazadores de Canarias Siete Islas, pregunta si el arruí es una especie dañina en la isla de La Palma, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), integrada por numerosos profesionales de la Biología de la Conservación, contesta con vehemencia diciendo “ROTUNDAMENTE SÍ”.

Las islas oceánicas, incluida La Palma, han sido el lugar de evolución de una fauna y flora muy particular, que en el caso de la flora ha estado libre del efecto de grandes herbívoros, y por tanto carece de defensas ante la presión de especies introducidas como el arruí. No se puede comparar el papel ecológico y biológico de un mamífero herbívoro en medios continentales con el que provocan en las islas.

Piedra Rajada (Bco. de Los Cantos de Turugumay). Zonas con grandes pendientes y sin vegetación por los arruí en el interior del Parque
Piedra Rajada (Bco. de Los Cantos de Turugumay). Zonas con grandes pendientes y sin vegetación por los arruí en el interior del Parque

Todo el que quiera podrá comprobar -a través de cualquier video en las redes sociales y en internet- lo que realmente comen los arruíes; pero incluso sin acudir a ningún video y leyendo solo algún artículo sobre su dieta, se dará cuenta que este animal no vive solo de aire.

Además, podría averiguar que el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, alberga una especie exclusiva del propio parque (Helianthemum cirae), 39 especies de plantas endémicas de la isla y 86 de las islas Canarias, y que los kilómetros de vallados construidos para protegerlas no son por gusto. Además de su efecto nocivo sobre la vegetación natural causan daños en cultivos, provocan la erosión y el deterioro del suelo, y los desprendimientos de piedras y rocas que originan suponen un grave riesgo para las personas.

Cabecera barranco Seco, retamón comido junto excrementos de arruí

El arruí  fue introducido en la isla de La Palma con fines cinegéticos y no con el fin de proteger la especie. El autor o autores del artículo pretenden resaltar su presencia en La Palma con fines de conservación. Se equivocan al señalar que la especie está en peligro de extinción en la lista roja de la UICN, y deberían discernir entre lo que es una especie amenazada y una especie en peligro de extinción. La categoría que le asigna la UICN es de vulnerable. La especie cuenta con múltiples subespecies, y precisamente la introducida en La Palma no es la que está en peor situación. Es más, si se esgrime este argumento, entonces ¿por qué cazarla? Para conservar una especie vulnerable como esta no es necesario mantener los arruíes en La Palma; cualquiera que tenga un poco de conocimiento al respecto sabe que hay técnicas más serias como protección de áreas en sus áreas de distribución natural (en su lugar de origen), el manejo del hábitat, la vigilancia o la cría en cautividad entre otras.

Noroeste de pico de la Nieve, ejemplares de Echium gentianoides afectados por este herviboro

Por otra parte, el arruí está catalogada en España como una especie exótica invasora e incluida, por ello, en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto). Según lo dispuesto en el artículo 10.1 de este RD, “las administraciones competentes adoptarán, en su caso, las medidas de gestión, control y posible erradicación de las especies incluidas en el catálogo”. El Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, así como los del resto de los espacios naturales en los que está presente, mandatan su erradicación, existiendo, además, recomendaciones específicas del Consejo de Europa en ese sentido.  Por lo tanto, las actuaciones de gestión que se realizan desde el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, además de pertinentes y de ejemplo para otras Administraciones Públicas que deberían hacer lo mismo, son completamente legales, ética y moralmente aceptables y científicamente respaldadas. Y no existe ninguna diferencia entre la imagen de un animal abatido durante las jornadas de control y la de un animal abatido durante las jornadas de caza mayor.

Por otro lado, existen numerosas actuaciones e ideas a desarrollar para atraer turistas mucho más acordes con la conservación del medio ambiente y en el ámbito de la Reserva de la Biosfera que es la isla de La Palma, que intentar vender, además, que estos animales podrían ser un atractivo para los visitantes de fuera.

Afecciones a la vegetación producidas por arru'i
Montaña Mosquera, planta de Bencomia exstipulata recomidas por arruí

Lo que no es ni ética ni moralmente aceptable es mantener un herbívoro introducido en La Palma, poniendo en riesgo la supervivencia de plantas endémicas mucho más amenazadas que los arruíes, que han evolucionado durante miles de años, para uso y disfrute de unos cuantos. Unas especies vegetales únicas en el Planeta, singulares que no existen en otra parte del Mundo y que además de formar parte de la riqueza natural de la isla, dan vida a sus paisajes, sus ecosistemas y sus espacios naturales.